LA ISLA DE LA NIEBLA
PARTE 2: LAS LLAMAS DEL INFIERNO
ISLA LEWIS AND HARRIS, ESCOCIA, REINO UNIDO. 1935.
INT. / CASA SMITH, GRANERO / DÍA
Albert se dispone a entrar al granero cuando ve a su abuelo colgado de una soga del techo. Como recordaremos, Don Michael se ahorcó en el capítulo anterior.
Albert: ¡Oh Dios!!!! ¡Abuelooo, abuelooo!!! ¿Qué hiciste? (Tratando de sujetarle los pies) ¡Mamáaa, mamáaaa!!! Por el amor de Dios... ¡Ayuda por favor, necesito ayudaaaa!!! (Gritando muy nervioso y con lágrimas en los ojos) ¿Qué has hecho abuelo? ¿Pero qué has hecho?
En ese instante, alertada por los gritos de su hijo, Helen llega al granero y se topa con tal dramática situación. La pobre mujer pega un chillido desgarrador.
Helen: ¡AHHHHH!!!! ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!
Albert: ¡Date prisa, mamá, agarra esa escalera y corta la cuerda!!! ¡Vamos!!!!
Helen: ¿Pero qué hizo este viejo loco? ¡Ay Dios mío!!!! (Tomando la escalera de mano)
Mientras Helen apoya la escalera junto a la pared, Albert sigue sujetando los pies y piernas de su abuelo haciendo un gran esfuerzo. Helen logra subir y alcanzar la soga, en cuestión de segundos corta la cuerda con un gran cuchillo de sierra. El cuerpo sin vida de don Michael cae al suelo junto con Albert.
Albert: ¡Hay que llamar al doctor Williams!!! ¡Correeee!!!
Helen: Me temo que ya no hay nada que hacer, hijo... Don Michael está muerto... (Mirando el cadáver en el piso)
Albert: ¡Nooo, noooo!!! ¡NOOOO!!!! (Rompiendo a llorar amargamente)
Al mismo tiempo Helen se lleva una mano a la boca y trata de contener las lágrimas pero le es imposible. A pesar de que ella no se llevaba muy bien con su suegro, en el fondo le tenía cariño.
Helen: Avisaré a la policía... Deben saber que el abuelo se suicidó...
Albert: ¿Por qué hiciste esto, abuelo por qué? (Con lágrimas en sus ojos y abrazando el cuerpo sin vida de Michael)
INT. / CASA WILLIAMS, COCINA / DÍA
Al otro lado de la carretera, en la cocina de la familia Williams, Rachel escucha a su abuela y a Sylvia sin poder creer lo que le están contando ambas mujeres.
Rachel: ¿Pero qué están diciendo? ¿Se volvieron locas o que les pasa? ¿Cómo es es de que se movió una silla ella sola, señora O'Connor.
Sylvia: Le digo señorita Rachel, que se movió sola. Esta silla... (Indicándole) estaba junto a la mesa y ahora está junto a la pared. Su abuela y yo lo vimos con nuestros propios ojos.
Margaret: ¡Y eso no es todo!!!! El alma de esa mujer se me apareció aquí mismo en la cocina y me dijo que nos fuéramos de esta casa. ¡Mira la ventana!!! Se cerró de golpe y se partieron todos los cristales.
Rachel: ¿El alma de una mujer? Ay abuela... por favor... deja de decir estupideces. Los fantasmas no existen. Creo que te estás volviendo paranóica y lo peor es que me van a volver loca a mí también.
Sylvia: En esta casa hay algo señorita, algo y nada bueno. Doña Margaret tiene razón. Si dice que vió a esa mujer, es que la vió. Yo si me la creo.
Margaret: Al fin estamos de acuerdo en algo, señora O'Connor.... después de tantos años.
Rachel: En cuanto vuelva mi papá del pueblo hablaremos con él acerca de esto pero no nos va a creer. Dirá que estamos como un rebaño de cabras. ¿Cómo le vamos a contar que hay un fantasma en esta casa?
Margaret: Va vestida de novia, tiene la cara blanca como la leche y se le marcan unas venas azules en el rostro que da miedo. Es horripilante, Rachel, jamás había visto semejante cosa en toda mi vida.
Sylvia: Y ya usted tiene sus años... ya no es una niña claro... (Le dice de forma burlona)
Margaret: ¡Cállese señora O'Connor!! Viejos son los cerros y todavía reverdecen. (Enojada y molesta)
Sylvia: Perdón... (Contiene la risa de manera muy cómica)
Rachel: Ya por favor, no empiecen como siempre. Si realmente hay alguien en esta casa, un fantasma, un espíritu, o como lo quieran llamar, hay que hacer algo.
Margaret: ¡Las maletas, hija, las maletas es lo que hay que hacer! Ya estamos tardando.
Rachel: No podemos irnos sin más. Hay que averiguar quién es esa mujer y qué quiere.
Sylvia: Deberíamos hablar con una médium o con un Pastor de la Iglesia.
Margaret: Déjese de médiums ni de iglesias. Nos vamos de esta casa ya mismo. En cuanto vuelva tu padre de Salmally, no se hable más. Yo no me quedo aquí esta noche. A saber lo que pueda hacer esa maldita cosa. (Se marcha a su habitación)
Rachel: ¿De verdad cree lo que dijo mi abuela? ¿Lo del fantasma de una novia?
Sylvia: Ya le dije que sí, yo misma vi como se movía la silla. (Ambas se quedan mirando dicha silla)
En ese instante entra Albert en la casa, sin tocar a la puerta y llega hasta la cocina visiblemente angustiado y muy nervioso.
Albert: ¡Disculpen que entre así pero es que necesitamos ayuda!! Mi abuelo se suicidó. Se ahorcó en el granero.
Rachel: ¿Quéeee?
Sylvia: ¡Oh Dios mío!!! (Se lleva una mano a la boca)
SALMALLY
INT. / AYUNTAMIENTO, DESPACHO DEL ALCALDE / DÍA
Don James, el padre de Rachel, termina de entrevistarse con Richard Larson, el alcalde del pueblo. Ambos conversan de pie junto a la puerta del despacho en el ayuntamiento de Salmally.
Richard: Mire, yo sé que la casa es vieja y bueno, necesita arreglos pero era la única que había disponible. Si más adelante surge algo mejor pues se lo haré saber, señor Williams.
James: La verdad que la instalación eléctrica da problemas. Lo que no termino de entender es por qué ha estado tantos años cerrada. Es una casa muy bonita, con un estilo arquitectónico muy agradable.
Richard: Los dueños se mudaron a Londres hace varias décadas y cuando fallecieron no había herederos como ya le había comentado. Ahora es propiedad el ayuntamiento, como la renta era algo elevada nadie del pueblo quería ni podía alquilarla. (Miente pues sabe el secreto del fantasma)
James: Comprendo... Bueno, debo irme. Mi hija y yo queremos comenzar a dar consulta a los ciudadanos de Salmally lo antes posible. Ah... ¿Sabría usted de algún pintor en la isla?
Richard: ¿Pintor de brocha gorda o pintor de cuadros? (Se burla)
James: De los primeros, es para la casa.
Richard: Pues lamento decirle que no hay ninguno que yo sepa pero siempre puede recurrir a Albert, ese joven sabe hacer casi todo. Su familia es humilde pero son buena gente, por eso le dije que fuera a buscarlos anoche al puerto.
James: Si, la verdad que parece buen muchacho. Debo irme. Un gusto conocerle personalmente. Le pagaré la segunda mensualidad de la renta el mes que viene.
Richard: Perfecto. Hasta pronto y bienvenido a la Isla de la Niebla. (Sonríe con falsedad y es que el alcalde no es la persona afable que parece ser en realidad)
INT. / CASA WILLIAMS, SALÓN / DÍA
Albert habla con Rachel acerca de su abuelo Michael en el salón de los Williams.
Rachel: ¿Pero por qué haría algo así don Michael? ¿Tan loco estaba? Tu mamá me dio a entender que no estaba muy bien de la cabeza pero jamás creí que...
Albert: Algo ha debido pasar, algo que descubrió o qué se yo. Mi abuelo jamás se habría quitado la vida de esa manera.
Rachel: Tal vez no era feliz, no sé... A veces la gente infeliz suele llegar a tomar ese tipo de decisiones.
Albert: El odiaba la isla, el pueblo... Mi madre me ha confesado que estuvo a punto de casarse con una chica que vivió en esta casa, una tal Agnes, pero que ella se suicidó la noche antes de la boda.
Rachel: ¿Quéee? No puede ser... No puede ser cierto...
Albert: ¿El qué?
Rachel: Mi abuela y la señora O'Connor dicen haber visto un fantasma en la casa, una mujer vestida de novia. Puede que sea esa que dices, Agnes, la que se iba a casar con don Michael.
Albert: ¿Estás hablando en serio, Rachel?
Rachel: Incluso mi abuela afirma haberla visto esta misma mañana en la cocina. Tiene que ser ella.
Albert: ¿Crees que ese fantasma o lo que sea provocó que mi abuelo se haya...? No, no puede ser.
Rachel: Yo tampoco creía en estas cosas Albert pero algo hay. Están pasado cosas muy raras, desde anoche mismo que llegamos a esta casa. Esa Agnes es real y algo tiene que ver con la muerte de tu abuelo, ahora estoy más que convencida.
En ese instante se escucha fuera la sirena de un auto policial de la época.
Albert: La policía acaba de llegar, voy a hablar con ellos. Nos vemos más tarde. (Se marcha)
INT. / CASA WILLIAMS, DORMITORIO DE MARGARET / DÍA
Doña Margaret se encuentra en su dormitorio preparando su maleta para irse pero al abrir un cajón de una vieja cómoda de madera, ve una especie de diario polvoriento semi oculto bajo unas desgastadas sábanas de color azul.
Margaret: ¿Qué es esto? (Tomando el diario) Parece un diario o algo así...
La anciana comienza a limpiarlo un poco con una mano y a ojearlo detalladamente.
Margaret se sienta sobre su cama y empieza a leer una de las páginas manuscritas.
Margaret: "Michael me dejó, él piensa que tengo algo con el reverendo Lawrence, cree que le he sido infiel y no va a casarse conmigo. Por más que le dije que ese desgraciado abusó de mí no me cree, no me cree... Todos en el pueblo piensan que soy una golfa, una cualquiera que se le metió en la cama al Pastor de la Iglesia de Salmally. Pero no es cierto. ¡No lo es!!!! Ese degenerado me violó... ¡Me violó!!!"
En ese momento doña Margaret se lleva una mano a la boca horrorizada con tal confesión. Está leyendo el diario de Agnes, escrito cincuenta años atrás por ella misma cuando estaba viva. La abuela de Rachel continúa leyendo. Agnes explica en su diario como fue abusada por el entonces reverendo Lawrence.
50 AÑOS ANTES...
INT. / IGLESIA, SACRISTÍA / DÍA
50 años antes, en 1885, una joven de apenas 18 años llamada Agnes Taylor es abusada sexualmente por el párroco de la iglesia del pueblo. El reverendo Lawrence Parker, un hombre muchísimo mayor que ella, consuma una brutal violación. Es el día de la víspera de la boda de Agnes con un muchacho de Salmally. En la sacrístía del templo, Agnes grita horrorizada en manos de su agresor. Escuchamos música incidental.
Agnes: ¡Noooo, NOOOOOOOOOOOO!!!! (Envuelta en lágrimas) ¡Nooooo!!!!
R. Lawrence: ¡CÁLLATE!!!! (Pegándole una sonora y fortísima bofetada) Ahora si que no irás virgen a tu matrimonio con ese imbécil. ¡Toma, maldita furcia, toma!!!! Hoy vas a saber lo que es un hombre de verdad, estúpida...
En cada salvaje embestida, Agnes grita de forma desgarradora mientras el reverendo Lawrence la viola sin piedad sobre la mesa. En ese momento Agnes gira el rostro hacia la derecha y ve un afilado y brillante abrecartas de plata...
Agnes: ¡Desgraciado, muérete hijo de putaaaa!!! (Clavándole el abrecartas en el cuello con rabia)
Escuchamos música incidental en medio de una dramática y sobrecogedora escena. La misma termina y volvemos a 1935, a casa de los Williams.
INT. / CASA WILLIAMS, DORMITORIO DE MARGARET / DÍA
Sentada en la cama de la habitación, doña Margaret no puede creer lo que acaba de leer. La señora está completamente en shock tras haber descubierto el pasado de Agnes, el fantasma que habita en la casa.
James ya está de regreso en la casa. En la sala conversa con su hija Rachel y con Sylvia, la empleada de servicio.
En su recámara, la señora Williams continúa leyendo el diario secreto de Agnes. Doña Margaret se encuentra ahora de pie junto a una ventana. Comienza a anochecer y la niebla vuelve a envolver toda la isla.
Margaret: Agnes mantenía una relación con Michael Smith, el abuelo del muchacho ese, de Albert... El reverendo abusó de ella y Agnes como venganza lo mató. Agnes planeaba ahorcarse, murió de la misma manera que lo hizo ese viejo esta mañana en el granero de su casa. Pero hay algo que no me cuadra. ¿Por qué se ha quitado la vida ese señor? ¿Por qué ahora? Han pasado más de cincuenta años.
En ese momento la anciana pasa página y ve unos dibujos de demonios y seres diabólicos, todos creados por Agnes. En el diario aparecen varias criaturas con formas aterradoras, llamas de fuego y lugares que no son de este mundo.
Margaret: Esta muchacha no estaba bien de la cabeza... ¿Quién en su sano juicio pintaría estas cosas? Parecen sacadas del mismísimo infierno.... Es como si Agnes hubiera estado en...
50 años antes, en 1885...
Después de haberse suicidado, el alma de Agnes es poseída de nuevo por un demonio. La casa está envuelta en una densa y aterradora niebla que cubre toda la isla Lewis and Harris. La vivienda permanecerá cerrada y completamente a oscuras durante largo tiempo. Escuchamos música incidental.
El ente diabólico se adueña así de la casa en la cual nadie podrá entrar durante 50 años hasta que la familia Williams llegue a Salmally. En primer plano vemos como Agnes alza la vista mirándonos, el demonio abre los ojos y sus iris y pupilas se tornan de color rojo brillante. Agnes suelta una aterradora carcajada y la imagen se vuelve repentinamente negra.
Volvemos a 1935...
INT. / CASA WILLIAMS, DESVÁN / NOCHE
En ese momento la puerta del desván se cierra de golpe y la luz del candil se apaga repentinamente. Escuchamos música incidental. Nuestra protagonista comienza a chillar muy asustada al sentirse encerrada y a oscuras en dicha habitación.
Dentro del desván, la pobre Rachel chilla y grita totalmente aterrorizada. Al otro lado de la puerta, en el pasillo, su padre, don James, intenta abrirla pero es imposible. El hombre da patadas a la puerta para intentar rescatar a su hija de la habitación. Escuchamos música incidental.
Rachel: ¡Sácame de aquíiii papáaaa!! ¡Hay alguien aquí dentro! ¡Ahhhh!!!! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!! (Gritando horrorizada y muy nerviosa)
James: ¡Vamos, maldita sea!!!! (Sigue tratando de forzar la puerta)
En ese momento aparece Sylvia, la criada, a toda prisa por el pasillo alertada por los gritos.
Sylvia: ¿Qué es lo que sucede don James? ¿Qué ocurre, qué son esos chillidos? (Asustada y preocupada a la vez)
Justo en ese instante, dentro del desván un espíritu maligno y diabólico hace acto de presencia. Rachel lo mira aterrorizada y grita dando golpes a la puerta. El ente toma forma y podemos ver el rostro y cuerpo de la perversa y sanguinaria mujer que está con ella. La horripilante y maquiavélica Agnes se le acerca a Rachel.
Agnes: (Con voz de ultratumba) En mala hora llegaron acá malditos intrusos.... ¡En mala hora!!! (Dice furiosa) ¿No les hablaron de la maldición que pesa sobre esta casa, desgraciada? (La muchacha la mira horrorizada y con lágrimas en los ojos sin decir nada) ¡Eres una estúpida... una idiota!!!! Pero te juro que lo van a lamentar... Van a desear no haber nacido... ¡¡VOY A MATARLOS A TODOS, A TODOS!!!!! ¡Y TU SERÁS LA PRIMERA EN MORIR!!! ¡PUTAAA!!! (Tomando a la chica del pelo con rabia y saña a la vez)
Rachel: ¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!! ¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!! (Los aterradores gritos se escuchan en toda la casa. El fantasma la tira del cabello levantándola del piso)
James: ¡RACHEEEEEELLLLL!!! (Gritando horrorizado)
En ese momento llega doña Margaret con una escopeta de caza entre manos.
Margaret: ¡Apártense de esa maldita puerta!!!! ¡Hay que sacar a mi nieta de ahí antes de que esa cosa la mateee o algo mucho peor!!!!!
James: ¿De qué cosa hablas? ¿Cómo que mucho peor mamá?? (Angustiado)
Margaret: Lo sé todo... ¡Agnes es un demonio, y puede llevarse el alma de Rachel con ella al infierno!!! Encontré el diario de esa mujer. (Apuntando con el arma al picaporte)
La vieja dispara con la escopeta de caza al pomo de la puerta. Pero la bala rebota y da a Sylvia en un brazo. La criada cae el piso gravemente herida.
James: ¡Señora O'Connor!!! Dios mío... ¿Te volviste loca mamá?
Margaret: ¿Pero como es posible que la puerta no se abra? ¿Cómo? Esa maldita cosa es mucho peor de lo que yo pensaba, James.
James: Has perdido la cabeza. No hay nadie en esta casa. Los fantasmas no existen.
Pero justo en ese momento el ente diabólico atraviesa la puerta y se les aparece a James y a Margaret.
Agnes: ¡Todos irán al infierno!!! ¡YO LOS MALDIGOOOOOO!!!
En ese momento Agnes se transforma en un demonio. James y Margaret pueden ver su verdadero rostro demoníaco.
Fuera de la casa en el jardín, Albert habla con Rachel que está junto a la ventana del desván, en el piso de arriba de la casa.
Albert: ¡Tienes que saltar Rachel, salta, yo te agarro!!!
Helen ha conseguido entrar en la casa de los Williams y sube rápidamente hacia el primer piso donde el demonio está tratando de matar a James. Doña Margaret grita aterrada pidiendo ayuda. En ese momento Helen llega a toda prisa hacia el lugar donde están y saca un pequeño crucifijo de madera del delantal. La señora se lo pone enfrente a la diabólica criatura.
Helen: ¡Vuelve con Satán al lugar de donde saliste maldita criatura de los infiernos!!!
Demonio: ¡CÁLLATE, ZORRAAAAA!!!! (Gritando y expulsando fuego por la boca como si fuera un dragón)
Un gran vendaval se desata dentro de la casa. Helen es arrastrada por el aire que ha levantado la criatura y cae rodando por las escaleras. El cuerpo de James yace en el piso sin conocimiento. Doña Margaret trata de escapar pero el diablo la agarra del cabello y la golpea la cabeza contra la pared con tal violencia que le provoca una brecha en la frente a la anciana. Margaret cae al suelo. Escuchamos música incidental. La escena es dantesca y aterradora. El monstruo utiliza sus poderes sobrenaturales y prende fuego a la casa, la cual comienza a arder como si se tratase del infierno. Fuera, Albert y Rachel ven como la vivienda empieza a verse envuelta en llamas sin que puedan hacer nada. La casa arde en medio de la noche, rodeada por la espesa y misteriosa niebla. El demonio ríe a carcajadas pues ha logrado su plan...